Sexto

¿Cómo te imaginarías a una persona si te la describieran como: cónsul, emperador, genio militar, conquistador, estratega, visionario, aventurero, tenaz, amante de las matemáticas y culto?

 ¿Y si a eso le agregamos: huraño, rebelde, impulsivo, ambicioso, temperamental y de carácter indómito?

La vida de éste personaje es muestra de todo lo que se puede alcanzar con voluntad y estrategia; pero también de todo lo que se puede perder por ambición.

¿Qué harías si tuvieras que recorrer cierta distancia y no existieran los autos? Ni los camiones, aviones, motos, barcos, trenes…

¿Y si tuvieras que comunicar una noticia urgente y no hubiera teléfono? Ni internet, ni computadoras…

Es más… ¿qué harías si en tu casa no hubiera luz? ¿Qué harías para poder llevar a cabo todas tus actividades diarias?

Bueno… hace algunos años, las personas como yo nos enfrentamos a ese mismo dilema, pero optamos por no quedarnos cruzadas de brazos y tomamos al toro por los cuernos inventando todo aquello que nos hiciera falta. Mi máquina, por ejemplo, resultó fundamental para el desarrollo de toda una nueva era.

En un periodo relativamente corto de la historia, muchas personas crearon y desarrollaron inventos que marcaron el inicio de una nueva forma de vida; cambiaron las condiciones de trabajo, la economía, las clases sociales, las ciudades, el campo… bueno, todo.

Pero ¿dónde comenzó? ¿qué dio inicio a estos enormes cambios?  ¿qué consecuencias, buenas y malas, trajo todo ese desarrollo? Yo, James Watt, te mostraré todo acerca de la “Era de las Máquinas”.

Aceptémoslo, a nadie le encanta estar recibiendo órdenes e indicaciones de cómo hacer las cosas; especialmente si quien nos dice cómo hacerlas ni siquiera nos conoce, y peor aún si además de todo, llegó sin invitación y se adueño de absolutamente todo a su paso.

Por eso, no es de extrañar que todos los países latinoamericanos que habían sido conquistados por países europeos decidieran aprovechar un momento de debilidad de su parte para luchar por su libertad y recuperar su independencia.

Tampoco decimos que haya sido fácil y rápido, pero en ese momento de la historia muchas puertas se abrieron y los países latinoamericanos pudieron dar el primer paso para librarse de sus conquistadores.

El Cmte. Arrillaga ama a México; lo ama porque México es un país maravilloso en muchas formas: tiene toda variedad de climas, muchísima vegetación y animales diferentes, gente increíble de una gran diversidad de culturas, lenguas y tradiciones, y además es grande; es decir, que posee un territorio amplio.

Sin embargo, ¿sabías que era incluso más grande? ¿sabías que hace solo algunos años el territorio nacional se extendía todavía más al Norte?

¿Te lo imaginas? ¿Qué forma crees que tenía el territorio mexicano en ese entonces? ¿Cómo crees que hubiera sido viajar por México en aquel entonces?

Te preguntarás ¿pero qué pasó? ¿qué llevó a México a perder casi la mitad de su territorio? ¿quién se lo quedó? ¿de qué manera lo logró? ¿Qué se hizo para evitarlo?

Quizá mi nombre te recuerde a la famosa “Emperatriz de México”, pero no te confundas; yo soy la sencilla hija de un pastelero… pero esa también es la razón por la que soy perfecta para contarte ésta parte de la historia.

 Es probable que hayas notado que a lo largo de la historia algunas cosas nunca cambian, como el hecho de que al parecer al ser humano le encanta “hacerla de tos”. Si algo ha quedado claro es que por una u otra razón, buena o completamente equivocada, las guerras han sido claves en la historia.

Ya se lo que piensas… esta gente no aprende… y de verdad pareciera que años y años y años de pelear por todo no le ha enseñado nada a las personas… pero así es la historia.

En mi época, en los años 70’s y 80’s (todavía en el siglo XIX… o sea 1800) hubo varias guerras, pero yo te puedo hablar acerca de éstas dos: Guerra Franco-Prusiana y Guerra del Pacífico.

¡Un nuevo siglo! Muchos avances, cambios y (claro) conflictos tendrán lugar en los años por venir.

A mi, Petra, me toca acompañarte a conocer algunos de los eventos que marcaron los años 10’s a 30’s ¿Comenzamos?

Cuando se juntan el hambre de poder, el descontento de un pueblo y un poder orador manipulativo supremo se obtiene una gran y horrible bomba (nuclear) de tiempo.

Nací en un continente algo complicado. Si bien no es aquel continente donde la historia se originó, si puedo decirte que a lo largo de los años han sido los países que aquí se encuentran los encargados de encabezar las peores guerras, luchas y conquistas que han existido alrededor del mundo… a veces con buenas intenciones, la mayoría con pésimos resultados (al menos para los “lugareños” de aquellos sitios que pretendían “ayudar” al conquistarlos).

Después de años de lucha, quizá finalmente hayamos comprendido un poco que hay mejores formas de alcanzar un objetivo. Hemos visto como gente decidida, con fuerza y valor ha logrado alcanzar su meta a través de luchas pacíficas y sin derramar una gota de sangre; y también hemos atestiguado las desastrosas consecuencias de una lucha no pacífica.

A lo mejor finalmente podemos decir que tantos años de historia han logrado hacer mella en nuestras cabezas y que hemos comenzado a entender que el camino de la unión y el trabajo en equipo son la clave de los resultados positivos, y que juntos (y solo juntos) podemos aumentar nuestra fuerza y resolver las cosas con diálogo y paz.

Debo confesar que soy un gran entusiasta de la ciencia. Desde que era pequeño tengo la manía de desarmar todos los aparatos a mi alcance para poder comprender su funcionamiento (lo cual no hacía especialmente felices a mis padres por cierto) y he encontrado en la ciencia una amiga y a la ayudante ideal para conseguir mis metas de saber cómo funciona cada cosa, el mundo y bueno… todo.

A lo largo de la historia grandes personajes han logrado dejar su huella en el mundo al descubrir o desarrollar algo que cambiaría el rumbo de la historia (como la rueda); pero en mi época se dio un “boom” de inventos y mejoras tecnológicas que lograron que en un cortísimo periodo de tiempo (sobretodo si lo comparamos con la vida de la humanidad en la Tierra) todo diera un giro de 

180º y las personas tuvieran que aprender nuevas maneras de hacer las cosas de manera súper rápida; por ejemplo, cuando yo nací no existía ni la radio… ahora, hay hasta computadoras y viajes espaciales… es una locura, pero una locura maravillosa.

Así que no me he rendido, y he seguido creando, ensayando y aprendiendo. Yo también dejaré mi granito de arena.